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Cirugía al corazón de la economía

De la mano de los doctores Álvaro Lagomasino, Javier Dueñas, Alejandro Monteagudo (el Moro) y otros talentosos especialistas, miles de cubanos han sido devueltos a la vida en el Cardiocentro Ernesto Che Guevara de Villa Clara, que tiene casi 25 años de existencia.

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Este artículo es de hace 13 años

De la mano de los doctores Álvaro Lagomasino, Javier Dueñas, Alejandro Monteagudo (el Moro) y otros talentosos especialistas, miles de cubanos han sido devueltos a la vida en el Cardiocentro Ernesto Che Guevara de Villa Clara, que tiene casi 25 años de existencia. Sin embargo, a muchos resultaba contradictorio que hicieran tan bien, algo tan difícil como operar el corazón, y no pudieran desarrollar un eficiente sistema de control de los recursos. Por esa causa, la prestigiosa institución científica obtuvo durante varios años en las verificaciones económicas, categorías evaluativas que no se correspondían con el aval del centro, imposibilitando así que el doctor Raúl Dueñas, director de la entidad, y su colectivo pudieran concentrarse en su labor fundamental, hacer ciencia y salvar vidas. Mas, como dice el refrán, el que persevera triunfa. La labor paciente de los trabajadores y cuadros de dirección del centro, posibilitó este año obtener lo que todos ansiaban: Calificación de Aceptable en una auditoría. LA ECONOMÍA TAMBIÉN SE PUEDE OPERAR Raúl Dueñas es un hombre feliz. No solo por el historial del centro que dirige y los cinco lustros que cumplirán el 26 de Julio del 2011, sino por haber logrado resolver, junto a su colectivo, una de las mayores deudas que tenía la institución: el control eficiente de los recursos. "En un centro que mueve anualmente más de 10 millones de CUC en recursos, que emplea inmensa cantidad de material gastable y no gastable, resultaba imprescindible que no existiera ningún resquicio para la ineficiencia", asegura el directivo. La tapa al pomo, como decimos en buen cubano, se la puso una auditoría realizada por el entonces Ministerio de Auditoría y Control (MAC) en el 2007, la cual demostró la carencia de un sistema de control, fruto del desconocimiento y la falta de preparación de los cuadros para enfrentar la tarea, explica el doctor Dueñas. Ante tales anomalías, se produjo la visita al centro de la actual contralora general de la República, Gladys Bejerano, quien orientó algunos pasos a emprender a fin de solucionar los problemas económicos que aquejaban al Cardiocentro. Esa visita, y la de otros especialistas del MAC, nos ayudaron a comprender que debíamos prepararnos, porque la cosa no era solo de voluntad política. Una decisión trascendental resultó buscar a la persona idónea, capaz de desempeñarse como director administrativo, y la vida nos demostró que debía ser un médico que conociera bien el mundo nuestro, argumenta. El trabajo paciente y sistemático coronó el resultado obtenido en el último control interno a la economía, en el cual el Cardiocentro obtuvo la categoría de Aceptable y su ejemplo resaltado como una muestra de que cuando el trabajo es serio y racional se puede ser eficiente. PACIENCIA Y SISTEMATICIDAD El doctor Orlando Marchena, especialista en Medicina Interna es el actual director administrativo del Cardiocentro. Con anterioridad había estado en el cargo el también doctor Carlos Ramos, ya fallecido, quien inició la experiencia. "La tarea me cautivó desde el inicio, y con mucho compromiso emprendimos la obra. Había serios problemas de control de los recursos, y no siempre porque fueran mal empleados, sino porque no se registraban en los documentos establecidos. "Pronto nos percatamos de que faltaba sistematicidad, y que la mejor solución era autocontrolarnos, pues nadie debía venir a descubrir lo que nosotros, con nuestro trabajo debíamos saber. "Comenzamos a realizar auditorías internas, a inculcar en el colectivo la necesidad del ahorro, pues esta institución aporta mucho a la salud, pero tiene un alto nivel de gastos. "Aquí movemos cifras millonarias en recursos de todo tipo, tenemos una tecnología de avanzada y aparatos muy costosos como el tomógrafo de 128 cortes, equipos de cardiología intervencionista, más lo que soporta la actividad quirúrgica, a lo que se suman los recursos humanos, todo lo cual debe ser supervisado", explica el doctor Marchena. Muy útil resultó el trabajo con la guía de autocontrol. Primero fue presentada en el Consejo de Dirección, luego circuló por los departamentos, se llevó a los trabajadores y a las organizaciones políticas y de masas del centro, convirtiéndose así en un instrumento de trabajo diario, destaca el director administrativo. Semanalmente había una inspección interna, y todos los días, de manera sorpresiva, a diferentes departamentos, a través de un sistema de supervisión cruzada, de modo que no se escapara ningún detalle, asegura el doctor Luis Monteagudo jefe de hospitalización, quien confirma la utilidad de laborar con el costo de la patología y los medicamentos que cada paciente necesita. En ese sentido expone algunos ejemplos que evidencian cómo en la salud también pueden ahorrarse materiales. "La técnica de la autotransfusión, a través de la cual son utilizados los propios hemoderivados del paciente, abarata los costos de su estancia en el hospital por ser uno de los productos más costosos de los utilizados en una cirugía". También en el área de enfermería el ahorro ha sido considerable a partir de la reutilización de algunos materiales, lo cual no pone en peligro la vida del paciente y contribuye a evitar el gasto innecesario de recursos. El compromiso del Cardiocentro, según su director Raúl Dueñas, es seguir regalando vida y llegar a la excelencia en materia de control, única forma de honrar el nombre que lleva la institución y contribuir al eficiente desarrollo del proceso económico cubano. Fuente: Granma

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