"Decidí que yo también haría el Camino, pero el del Che Guevara de Santiago a La Habana"

José Alonso (Priaranza de la Valduerna-León, 1955) reside en Pontevedra desde hace décadas. Es artista plástico y ha encabezado la Asociación de Amigos de Cuba, que ha canalizado ayuda de los gallegos al país caribeño y realizado distintos programas de cooperación con la isla. Es importante conseguir las cosas, pero más todavía es poder dejarlas atrás. Es lo que hizo hace unos meses Pepe Alonso, que tras un incidente laboral (sufrió un asalto con violencia en su puesto de trabajo que le provocó un trastorno depresivo) se propuso recuperar fuerzas con un reto: seguir los pasos de Che Guevara desde Santiago de Cuba hasta La Habana. –¿Cómo surgió la idea de un Camino tan diferente al que realizan este año miles de peregrinos? –Surgió porque yo casualmente vengo de un proceso de recuperación de salud y cuando me tenía que reincorporar aún contaba con vacaciones pendientes del año anterior, entonces en tres días me planteé qué hacer: pensé que todos están haciendo el Camino de Santiago, pero el verdadero camino de Santiago, el real y el bonito, es el que hizo el Che desde Santiago de Cuba a La Habana, de modo que en el año Xacobeo yo iba a hacer también el camino a Santiago, pero el del Che. Así que coincidían dos cuestiones: que iba a poder hacer el viaje y que iba a poder estar el día primero de mayo en La Habana, algo que para mí suponía cerrar el círculo de la peregrinación. –Son más de 900 kilómetros en bicicleta para una persona que se recupera de una enfermedad ¿cómo fue el reto físico y mental? –Son exactamente 950 kilómetros y los hice en 9 días. Le aseguro que me sobraron fuerzas y si lo tuviese que hacer en menos días lo haría, me encontraba muy bien de fuerzas y mentalmente y me pasaron cosas tan curiosas como que cuando salí de donde está el monumento al Che cogí la bicicleta y no sé quién me ayudaba a pedalear pero iba muy rápido, sentía ese día que volaba. –La “peregrinación” también le ha dado la oportunidad de conocer a la familia de Che Guevara... –Lo cierto es que fue una sorpresa tener esa oportunidad: a la hija ya la conocía porque había estado en Galicia, concerté una cita con ella y estaba hablando con ella en su casa cuando llamó a su madre. Me presentó a una señora mayor de 80 años, con un gran porte y muy amable, la vi magnífica, con una retranca pasmosa, me hizo unas preguntas y entre ellas si tengo el libro de memorias del viaje por Iberoamérica del Che, le respondí que no y ella me los trajo, además me recomendó que el siguiente viaje que haga sea ese que hizo el Che en motocicleta. Y si tengo fuerzas y dinero dentro de poco pues igual lo haré. –Llegó el 1 de mayo, una fecha simbólica, a La Habana –Preparé la llegada para ese día y el día anterior me ubiqué en un sitio cercano a dormir porque sabía que había que madrugar y no me muevo bien por la ciudad, claro. Me ubiqué a unos 350 metros del lugar en el que tenía que estar, porque me ubicaron en un espacio del Ministerio de Cultura, y había recorrido ese camino para al día siguiente no tener que dar rodeos. Madrugué pero a las 6 de la mañana ya estaba todo el mundo levantado, una calle estaba cortada y llegué unos 3 minutos tarde y cuando llegué ya me dijeron “llega usted tarde”. Y con puntualidad a las 8 hubo un discurso de Valdés que dio unas consignas que anoté, muy breves, entre ellas la de que “revolución es cambiar todo lo que necesita ser cambiado”, algo que me pareció magnífico. Y diez minutos después ya estábamos arrancando, fue un momento muy dulce que recordaré siempre. –Encabezó usted la Asociación de Amigos de Cuba ¿se plantean nuevas colaboraciones? –Sí, de hecho mantuve contactos allí con el que fue cónsul aquí y que dirige una oficina internacional para la realización de proyectos y la idea es desarrollar algún programa de colaboración pero que todavía hay que madurar. –Ha podido tomar el pulso del pueblo cubano ¿en qué situación se encuentra? –Emergente y excelente, como nunca lo he visto. Conozco Cuba desde principios de la década de los noventa, cuando era periodo puro y duro de excepción, y después he vuelto con mi familia, vi que se habían producido avances pero ahora lo veo a años luz. Creo que es el único país de América Latina en condiciones de emerger, si rompen el bloqueo (si Obama puede, porque la derecha de Miami ya ha paralizado otros intentos) Cuba será uno de los países abanderados de Iberoamérica, seguro. Fuente: Farodevigo.es