El periodista cubano Adrián Leiva, residente en Miami, había falleció ahogado. Pese a conocerse anoche, fue a finales de marzo, mientras trataba de regresar ilegalmente a la isla en una embarcación. Leiva notificó a sus allegados de que iba a intentar regresar a Cuba en un bote el pasado 22 de marzo. Su hermana Eva reconoció el cadáver del periodista en la morgue de La Habana este lunes, según explicó un amigo del periodista, Miguel Saludes, citado por el diario «El Nuevo Herald». Adrián había logrado volver a Cuba en 2008, pero tuvo que regresar después de que su permiso de tres meses expirase. Trató de volver a la isla el año pasado, pero las autoridades norteamericanas le negaron la salida del Aeropuerto Internacional de Miami. En esta ocasión, Leiva se ganó el apoyo de una persona que debía llevarlo en una lancha hacia Cuba. «Todo parecía indicar un hecho de timo o una de las tantas expresiones charlatanería se confunde con la efusividad de los coterráneos», señaló el amigo. Sin embargo, «para sorpresa de todos los conocidos», logró partir la noche del 22 de marzo. «La persona que lo llevaría a Cuba se comprometió a dejarlo en un punto de la costa norte cubana, entre Matanzas y La Habana», añadió el amigo. Por este motivo, se informó a los familiares de este posible punto de llegada para que iniciasen las investigaciones pertinentes, hasta que finalmente «esta misma tarde se ha podido saber el destino trágico corrido por el periodista». La página de Internet «Conexión Cubana», en la que colaboraba Leiva, reconoció en un artículo que quienes conocían al periodista aún están «bajo los efectos de la sorpresa». «Ha muerto en extrañas circunstancias», explica el texto, en el que se define al fallecido como «un apasionado de Cuba». Añaden que «fue atacado impunemente por otros cubanos que dicen liderar la "liberación de Cuba", lo acusaron de ser un espía infiltrado por el Gobierno cubano, lo realmente triste es que sea de un modo tan trágico que haya quedado demostrada su inocencia y la calumnia de estos personajes», denuncia el artículo. Fuente: La Razon.es
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