Raúl Castro había asegurado que las mujeres son mejores administradoras que los hombres. Para demostrar que no son sólo palabras, el domingo fue elegida Gladys Bejarano para ocupar una de las cinco vicepresidencias del Consejo de Estado. El honor fue depositado en quien desde su cargo como controladora general de la república se encargaba desde hace meses de que las cuentas y las auditorías fueran fiables. La otra vicepresidencia vacante fue para Ramiro Valdés, el histórico comandante que ya es número dos del Consejo de Ministros y titular de Informática y Comunicación. El presidente cubano confió en las mujeres tras asumir oficialmente el poder el año pasado. Las féminas aumentaron tanto en el Consejo de Estado, que representan al Parlamento entre los períodos de sesiones, como en el Gabinete ministerial. En la actual composición de la Asamblea Nacional, de los 614 legisladores 266 son mujeres (43,32%), pero los cargos ejecutivos se reducen al 38,26%. Castro lo reiteró en marzo en un congreso femenino: «Es una vergüenza que en 50 años de revolución, con todo lo que hemos avanzado en tantas cosas (...), sólo aparezcan unas cuantas dirigentes en los diferentes sectores». El domingo, el mandatario fue más allá al insistir en el «insuficiente avance en esa materia» a pesar de que el «65% de la fuerza laboral técnica se compone de mujeres». Prejuicios El presidente cubano prometió influir para que los «nocivos prejuicios sean finalmente suprimidos y se promuevan a cargos de dirección a todos los niveles, por sus méritos y preparación, a las mujeres y los negros. El racismo es otro reto a superar». El líder comunista agregó que «por experiencia propia he comprobado que las mujeres son mejores administradoras que los hombres». También las féminas, aunque vayan montadas en «caballito», nombre con el que se conocen a los policías motorizados, son más duras a la hora de multar y caen menos en la tentación de apropiarse de lo ajeno. Fuente: El Diario Montañes.es
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: